domingo, 8 de septiembre de 2013

El problema no es privatizar a PEMEX

PEMEX

EL problema no es privatizar a Pemex o no privatizarlo. El problema es que no hay que dejarlo como está. Y no veo, en ninguno de los dos campos, propuestas concretas para evitar que se queden así las cosas.

ME gustaría que los que quieren privatizar a Pemex me dijeran cómo van a evitar que se enriquezcan sólo algunos, mientras que los mexicanos seguramente pagaremos el doble o el triple por sus servicios (como con los bancos o con la telefonía celular); cómo le van a hacer para evitar que el cabildeo de "alto rango" (como el de los ingenios azucareros) se atribuya las mejores proyecciones y le deje al Estado las peores; y sobre todo, cómo le van a hacer para que ese bien elemental, que es de todos, se transforme en bienes y servicios del Tercer Milenio, etc. etc.

PERO a su vez, me gustaría que los contrarios a la privatización me señalaran cómo le harán para acabar con el sindicato charro, para recuperar (rápidamente) el atraso tecnológico, para combatir las ordeñas clandestinas (y las ordeñas por obra de la delincuencia organizada), y, también a ellos les pregunto, cómo le van a hacer para que ese bien elemental, que es de todos, se transforme en bienes y servicios del Tercer Milenio, etc. etc.

MIENTRAS no respondan a estas preguntas, seguiré pensando que lo que interesa a los políticos y a los empresarios, de izquierdas o de derechas, es ver quién se queda con el pastel.
 
LO curioso es que hay pastel para todos, pero los políticos y los empresarios quieren la mayor tajada y, en México desgraciadamente, están acostumbrados a quedarse con la única tajada (ver historias de monopolios y de famas).